Existía, en un mundo muy feliz (tan feliz que se les olvidaba lo lejano en donde estaba), un hombre al que no le faltaba nada en la vida y por lo tanto nunca había sufrido de hambre, cansancio, frió ni de ningún padecimiento...
Cierto día, este hombre el cual era "el mas feliz del mundo" rebaso los limites del lugar donde vivía, que por cierto era bellisimo, fuentes, pajaros, arboles, flores, casas pintadas del mismo color y la gente era las mas agradable del mundo todos compartian su sabiduría y no existía la envidia.
Ese día en el que el hombre mas feliz del mundo salio del lugar donde vivía vio desolación, tristezas, pestes, hambrunas, enfermedades, personas que padecían de cordura y de lógica, que se hacían el mal entre ellos mismos y conoció otro tipo de vida, la vida "real" la que en el lugar donde vivía nadie conocía...
Entonces reflexiono, y como el lo tenia todo y nunca había padecido de nada, quizo hacer algo para ayudar a las personas del "otro lado", después de mucho pensar y no llegar a ninguna conclusión miro el reloj y vio que ya era la hora del te, se dio media vuelta y se alejo de ahí.
Al llegar a su casa, dio un respiro se sentó y comienzo a tomar su te...
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