Hoy me prometo...

Me prometo que voy a recuperarme, que no voy a dejar en manos de nadie más mi felicidad, que tengo un motor infinito que me dice mamá.

Me prometo no sentirme nuevamente minima, chiquita, nada...

Me prometo renacer como al ave fenix, prometo reconocer mi magia, mi poder y fortalezas.

Me prometo firmemente no ser marioneta, ni dejarme chantajear, ni ceder a manipulaciones.

Me prometo recuperarme a mi misma en todos los aspectos, me prometo amarme y ser la generadora de mi felicidad.

Me prometo pronunciar en viva voz las palabras ya basta, hasta que retiemblen en el centro de mi corazón.

Después de 17 semanas de embarazo, han sucedido muchas cosas… no me había sentido con la voluntad de escribir, o si, pero este tiempo ha sido muy agotador.

Empezaré contándote que no ha sido fácil, ni siquiera un poquito similar a lo que me imaginaba.

Algunos días siento que no puedo más y tengo ganas de dejarme vencer, pero de pronto me digo a mi misma que esto no me va a vencer y me levanto y continúo adelante.

--- inconcluso
Me deje vencer.

Maternidad es…

Estarte comiendo unas papas fritas y hamburguesa frías, rápido antes de que bebé despierte y de pronto escuchar su bomba de popó descargándose en el pañal.

Nuestras primeras salidas…

Cuando te conviertes en madre y empiezas a “maternar” las dudas y los miedos te abruman, principalmente cuando tienes que enfrentarte a la idea de hacer tu día a día acompañada de una personita que depende de ti.

Salir se convierte en una gran puesta en escena donde te preparas tu y preparas al bebé o al revés, lo que resulte más cómodo y sostenible en ese momento.

Tus baños ya no vuelven a ser largos y llenos de tranquilidad, ahora los haces en 5 minutos (y medio te bañas), la ropa no es un tema de cuidado usas lo que te queda y te hace sentir cómoda o por lo menos lo que no te va a incomodar…

Todo parece difícil y pesado, pero habrá que ir un día a la vez… aprender a hacer con más destreza y pensar en todo la preparación de la salida, tu baño, tu ropa, tu arreglo, el baño de la bebe, su ropa, su arreglo, la pañalera, el portabebe, las cobijas, las sabanas, la carreola, las llaves, la bolsa, el celular y un largo etc para no fallecer en el intento.

Yo voy día a día, hoy toco hacer paseo y acostumbrar a bebé al ruido de la calle… mejor dicho, acostumbrarme a mi a como reaccionar si llora, si duerme, si tiene hambre, si algo le incomoda o si yo me desespero por equis o por ye.

Hoy me arme de valor y salí a la luz del día con todas las ganas de que fuera un buen simulacro y así lo fue, ojalá pronto este aprendizaje esté palomeado.


Parece que estoy contenta disfrutando, pero en realidad me siento aterrada, sin embargo fue buena experiencia.

Sabes… lamento mucho no haber escrito en mi proceso de embarazo 🤰🏼 porque me hubiera gustado dejar todas esas memorias… ahora en el post parto me pasa lo mismo, volveré a escribir y trataré de rescatar esas memorias porque siento que se me va a olvidar todo lo que estoy viviendo

Me veo en el espejo y no me reconozco, este cuerpo de postparto podría jurar que no es mío… mis inexistentes ganas de ponerme guapa, usar tacones, maquillarme, es todo una vorágine de emociones y sentimientos.

Siento la depresión aferrada a mi cuello.

Solo existo para Mayah, para proveerle lo que necesite y es aquí donde entiendo que de alguna manera ya no vivo para mi

Me desplace a mi misma

— Te complementaste a ti misma
— Y ese cambio en todo sentido también es una oportunidad de construir con una gran razón.

Definitivamente no volverás a ser la misma, ahora eres una versión más compleja, más sensible, con más entendimiento y mucho más amor.
 
De mi para mi.

Un mes de nacida…

Dicen que cuando nace un bebé nace una mamá, y es verdad.

Y aquí estoy yo, un mes siendo mamá:


Un recuerdo para la posteridad... donde la depresión se oculta detrás de una mirada perdida y una sonrisa superficial.