Para los antiguos mayas el ser humano estaba en armonía con la naturaleza divina, y éste se constituye de sustancias vegetales y animales, y se rige por las mismas leyes que el mundo físico. Así hombre y naturaleza están unidos a lo sagrado.
Los mayas consideraban que el universo fue concebido como una manifestación de las fuerzas divinas, y el cosmos que estaba en constante movimiento, lo representaron en tres niveles: Plano celeste, plano terrestre e inframundo.
De tal manera que la tierra (plano terrestre) fue imaginada como una plancha cuadrangular, que estaba dividida en cuatro sectores, cada uno de ellos teniendo como símbolo un color, representado con una Ceiba, sobre la cual se posa un pájaro.
En la parte central de la plancha terrestre destacaba Yaax Imix Che, la “Gran Madre Ceiba” o Ceiba verde, una gran Ceiba dispuesta en el centro del universo que atraviesa los tres planos: con sus ramas y hojas el plano Celeste, o mundo superior donde habitan los trece dioses Oxlaun-Ti-Ku; con su tallo el plano terrestre donde habitan los hombres; y con sus raíces penetra el inframundo donde habitan los nueve señores de la noche o Bolon-Ti-Ku.
El árbol Ceiba, es considerado un símbolo sagrado en la Mitología Maya y aún se le puede encontrar plantado en el centro de sus comunidades; un buen ejemplo es la zona arqueológica PALENQUE, donde se encuentra la tumba del gobernante Maya Pakal junto a una madre Ceiba.
Este árbol alcanza una altura de 60 a 70 metros con un tronco grueso que puede llegar a medir más de tres metros de diámetro con contrafuertes. El tronco y muchas de sus ramas mayores están densamente pobladas con espinas largas y robustas. Las hojas están divididas con cinco a nueve hojitas más pequeñas, cada hoja sobrepasa los 20 centímetros.
La imagen muestra la representación del cosmos, aparece la madre ceiba junto a la deidad. Esta estela 25 de Izapa, se encuentra en el museo de Soconusco en Chiapas.
http://blog.reforestamosmexico.org/?p=33
Me gusta mucho la cosmogonia de los mayas, la manera como explicaban la razon de estar donde estamos es simplemente magica.
Cuando visite Palenque mi cuñado Pepe abrazo lo que seguramente era una ceiba, lastima que no encontre la fotografia, sin embargo les aseguro que son espectaculares y si a esto le sumamos que estas inmerso en todo un paraiso maya la experiencia es unica.
Cuando visite Palenque mi cuñado Pepe abrazo lo que seguramente era una ceiba, lastima que no encontre la fotografia, sin embargo les aseguro que son espectaculares y si a esto le sumamos que estas inmerso en todo un paraiso maya la experiencia es unica.
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