De vueltas, utopías y pasos...

Es curioso ponerse a reflexionar sobre las vueltas que da la vida...
En como en un abrir y cerrar de ojos, como comúnmente versa la expresión, todo cambia y se modifica y metamorfosea en algo más.

Algo que esta lejos a la distancia pero se alcanza a ver si entrecierras los ojos, bonita utopía como decía Galeano, cuando le preguntaron para que servía la utopía:

«la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar».
-Eduardo Galeano

Así tal cual, la utopía me sirve para dar pasos, para avanzar...
quizás en este momento sería conveniente recordar que es la utopía, pero ¿para que nos enredamos en términos y significantes? cuando lo realmente importante es lo que nos rodea y vivimos, lo importante es nuestra realidad lejos de filosofías.

Hoy reconozco que la vida me ha puesto en una encrucijada en la cual en total independencia de las decisiones que tome se que me ira bien, lo difícil y complicado es seguir la utopía y dar el paso.

Dar el primer paso siempre será lo más difícil, y no precisamente por el acto ya automático de dar un paso si no por el proceso de reflexión y entendimiento que se necesita para accionar todo y hacer que sea realidad.

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P.d. Como tal, el término utopía fue inventado por el escritor y humanista inglés Thomas More o Tomás Moro en español, a partir de los vocablos griegos οὐ (ou), que significa ‘no’, y τόπος (tópos), que traduce ‘lugar’, es decir: ‘lugar que no existe’.
Es una idelización social, una construcción de lo que debería ser basados en el optimismo y la perfección.

Y es así que te das cuenta que no, no existe y nos enrollamos en una distopía que es por un poco lo más cercano a nuestra realidad.