Hoy cocine lasaña, nunca lo había hecho; pero me quedo riquísima (bueno huele rico). La verdad es que me gusta cocinar, pero no tengo la soltura para hacerlo intuitivamente, debo tener una receta haber revisado los ingredientes y utensilios por lo menos dos veces.
Me gusta hacerlo sola, por si en el proceso se me ocurre comer alguno de los ingredientes nadie me diga porque lo hago, hay veces que me pongo una pizca de harina en la boca o manoseo el pollo tanto que una vejación se queda corta; me da hambre mientras cocino pero cuando la comida esta hecha se me quita el apetito, creo que la magia de cocinar es tener para quien hacerlo.
Mientras se hornea, me he quedado sentada viendo el celular pensando, leyendo, abstraída, siento que no estoy realmente ahí.
Últimamente algo se rompió, no se que es, no estoy tranquila, tampoco entiendo nada; siento que soy un caos pero la verdad es que no.
Me levanto a checar el horno y el recipiente, el queso se esta gratinando… Vuelvo a sentarme a la nada, pasas enfrente de mi y me dices:
- En lo que se cocina, te hubieras puesto en la caminadora…
- (No contesto nada…)
Me levanto varias veces mas a monitorear y veo que el queso ya esta mas que gratinado, creo que se esta quemando… Las instrucciones decía: cubrir todo con salsa muy liquida y yo hice la salsa muy liquida, ahora creo que fue un error porque se ve muy aguado todo…
Al final hago una inspección rápida: ¿Como se ve? Bien, la salsa se seco. ¿Como huele? Bien, el queso grati-quemado huele bien. ¿A que sabe? Riquísima, aunque esta ultima inspección significara haberme quemado la lengua.
Mientras se enfría, voy contigo te pregunto si necesitas ayuda, me dices que no… eso me duele…
El saberme indigna de tu confianza rompió algo, ya nada volverá a ser igual, y me hago muchas preguntas... Cuando se quiebra algo, aunque se vuelva a pegar ya nada es igual… Y pienso y pienso pero no te lo digo.
…Y no es que la lasaña esta caliente, es que aun no te das cuenta que tienes los ojos abiertos, y no es que no pueda, solo que a veces no existe la razón, y otras porque la comida se enfría mientras esperas… ya no importa, tan solo espero…
Y no es que la comida este enfriándose, es que estoy cansada de explicarte.
Mi recompensa: te encanto mi comida, y todo vuelve a funcionar como debe ser.
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