En la imperturbabilidad del tiempo, olvidarte ha sido un intento constante de silencio en medio de un corazón que aún te pronuncia.


He caminado días que no te nombran y noches que te repiten en sus sombras, como si el reloj supiera que hay ausencias que laten.


No ha sido olvido, ha sido un pacto de distancia.


Y aun así, en la quietud del tiempo, sigues siendo eco, suspiro, y a veces… lágrima.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario